El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es una estrategia preventiva y correctiva que combina diferentes métodos para controlar plagas de manera sostenible. Su objetivo es reducir al mínimo el uso de químicos, priorizando técnicas de monitoreo, control biológico, barreras físicas y manejo ambiental. De esta forma se protegen la salud de las personas, los animales, los alimentos y el entorno. Es un sistema ideal para hogares, industrias, comercios y sectores sensibles como hospitales o restaurantes, donde la inocuidad es fundamental.